Te quiero ver sonreír más a menudo. Me gusta mirarte riendo. Y a veces parece que puedo hacer muy poco para que sonrías. Y ni modo.
Pero yo quisiera verte feliz de una vez por todas, y no sé porqué eso cuesta tanto. Y aunque no son un chiste, tal vez estas palabras te hagan sonreír un poco, y entonces habrán valido la pena –porque las estoy digitando y mi corazón suele ahogarse en ellas. Y si no, al menos hice el intento. Así también haz el intento de ser feliz. Sea como sea, estés donde estés pero que cada día puedas ver la maravilla de él.
Y claro, también te mando un beso porque me has hecho sonreír más de una vez en lo poco que te he conocido, y aunque el beso es más corto ojalá también sonrías por causa de él.
La carta también es corta, para que no leas demasiado, ya que tus ojos pueden que estén cansados. Además así me voy ya es porque tengo una melancolía que si le doy más derecho puede que me atormente los días de mañana.
Una cosa: Recordá que cada día que logro verte mi corazón se alegra aunque también tiene el efecto de sufrir al no verte sonreír. Que si yo pudiese darte algo o hacer algo mandaría todo lo que te hace sufrir al carajo y devolverte permanentemente el brillo de tus ojos cuando logro verlos… y en los que a veces me pierdo…
