Hola...
Que placentero y reconfortante es escribir un mensaje para expresar un sentimiento de gratitud a una persona que de forma desinteresada me brindó su apoyo en un momento de mi vida.
No veo mejor oportunidad, ahora que ha pasado ya la borrasca y más cuando las aguas han retomado nuevamente el cause del río.
Los consejos que me dio, fueron de un valor incalculable, sino no es por esa voz amiga en medio del desierto, ¿que sería de mí?
Gracias le doy de todo corazón, no tengo con que pagarle, espero si, que el tiempo me de la oportunidad algún día de poder recompensarte de igual forma, aunque lo dudo, porque es una persona de rebosante amor por los demás que la divinidad siempre te nutre y recompensa en esos momentos de acoso. De todas maneras si ese día llega, yo estaré a su lado y a disposición aunque sea en silencio.
Debo confesarle que de con usted y de usted aprendí muchas cosa, una de ellas, a ver la vida de una forma diferente, a veces estamos muy atados a la materia que no nos permite ver otros caminos. Gracias por darme ese mensaje de verdad que lo necesitaba.
Sus palabras sembraron una semilla, a cada instante recuerdo lo que me decía, por eso espero cambiar, no solo por el bien propio mío, sino también para que se note en que escuche y apliqué los mensajes de alguien especial como lo es usted.
Para terminar no me queda más que decirle que me siento muy honrado de haberla conocido y espero estarlo hasta la eternidad.
Le deseo lo mejor siempre.
Un abrazo.
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